Santos Mennas, Hermogenes y Eugrafo

Date: 
Jueves, Diciembre 10, 2020

MENNAS, "el de la hermosa voz", había nacido en Atenas. El emperador Galerio, que admiraba su elocuencia, le envió a Alejandría a pacificar a los ciudadanos. Después de desempeñar con éxito su oficio, Mennas declaró públicamente que era cristiano. Ayudado por Eugrafo, su subordinado, empezó a convertir a muchas personas. El juez Hermógenes, que durante su viaje a Alejandría había tenido una visión en la que se le había dicho que el viaje le sería provechoso, convocó a los dos cristianos ante su tribunal. Las "actas" de estos mártires, que no merecen crédito alguno y han sido erróneamente atribuidas a San Atanasio, cuentan que Mennas empleó su gran elocuencia para hacer ante la corte un discurso que duró cuatro horas. El discurso produjo mucho efecto; sin embargo, el santo fue condenado a perder los ojos y la piel de los pies. ¡Cuál no seria la sorpresa de la multitud al ver al día siguiente a Mennas con los ojos y los pies ilesos! Ese milagro convirtió a Hermógenes y a muchos otros. Entonces Galerio mandó atormentar a Mennas, Hermógenes y Eugrafo. Como los mártires no sufriesen daño alguno, el emperador los mandó decapitar.

Alban Butler - Vida de los Santos