Historial de Catequesis

“ El que pierda su vida por mí... ”

Iª Lectura (2Reyes 4,8-11.14-16)

La Iª Lectura del II.' Libro de los Reyes recoge un tradición muy común de la Biblia, en la que el profeta Eliseo le concede a una mujer sunamita el que sea bendecida por un hijo. Es la felicidad mayor de toda mujer ser madre y el profeta de Dios no puede concederle otra cosa, como sucedió con Sara, como sucedió con Ana la madre de Samuel y como sucederá con Isabel, la madre del Bautista. En la Biblia siempre se ha interpretado la maternidad tardía como una bendición, ya que las tradiciones populares religiosas consideraban la esterilidad como una maldición divina. Eliseo, a diferencia de Elías, es un hombre de Dios menos carismático, aunque más taumaturgo o milagrero, cuyas historias están recogidas para mostrar que Dios actúa siempre misteriosamente y contradiciendo lo que los hombres piensan o proyectan al margen de Él.

“ No tengáis miedo ”

Iª Lectura de Jeremías (20,10-13)

La Iª Lectura de Jeremías 20,10-13, forma parte de los famosos textos que se tienen como "confesiones de Jeremías"; textos de experiencia en los que se muestra la lucha interna del hombre de Dios, del que está seducido por El, ya que tiene que hablar y proclamar lo que nosotros no queremos oír. El profeta siente que los que no están con él le acechan y están siempre seguros de que caerá; que los sencillos que le siguen se darán cuenta de que el profeta les engaña. Este es el "sino" del verdadero profeta: nunca le concederán la razón. Es verdad que el profeta ha sido fuerte, incluso ha hablado contra el templo (7,1-15) en un discurso que es una prefiguración de lo que diría también Jesús.

“ Yo soy el pan vivo ”

“ El Señor bajó en la nube y se quedó con Moisés ”